Liray: El Camino del Diablo

Dicen que hace muchísimos años el Diablo se desplazaba sobre una carreta por el camino Liray. Sí, el mismísimo Demonio, Maldito, Condenado, Maligno, Mandinga, Patas Verdes, Perverso, Cachudo, Lucifer, Satanás, Diantre, Azufrado, Colulo, Cachos de Palo, Cola de Ballico, Chambeco, Demonche, Satan, Señor de las Tinieblas, Tiznado, Discreto, Cola de flecha, Diente de oro, Malulo… o también conocido como Cuco… cuenta la leyenda que atemorizó por algún tiempo a los antiguos habitantes de la actual localidad de Santa Marta de Liray.

Esta narración llegó a tener bastante eco que incluso habría sido recreada en radioteatro por el programa «Lo que cuenta el viento» de radio Portales. Este fue un famoso programa que narraba leyendas del campo chileno, el Diablo solía ser el principal protagonista y quienes  aportaban el grueso de las historias eran los propios auditores (Desconozco si aun existe dicha grabación).

Lo particular de este relato local, es que explica la razón por la que se enclavó una cruz, sobre un mojón de piedras, en una curva del camino Liray.  Esta cruz en cuestión ya no existe, sin embargo, cruces de este tipo sobre altares de piedra hasta hoy perduran en Colina, son fáciles de identificar, ya que solían ponerse a la entrada de los fundos o en ciertos caminos como una señal de piedad, devoción y/o protección.

Liray: El Camino del Diablo

¿Has escuchado alguna vez un tropel de caballos en el silencio de medianoche? Es un sonido que inunda los sentidos de miedo, siendo doblemente agobiante  si  a lo  lejos viene acompañado de una burlona risa… la risa del Diablo.

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Durante las primeras décadas del 1900, de una costilla de la antiquísima Hacienda de Liray, nació el Fundo de Santa Marta. Mirando hacia la puesta del sol, Liray se ubicaba a la izquierda del Camino Liray  y a su vez Santa Marta quedó a su  derecha. La zona era un sector intermedio entre el pequeño pueblo de Colina y las tierras de Batuco.

En su génesis el camino de Liray era un camino más de tierra, el cual en algunos tramos se hacía estrecho por la abundancia de matorral y zarzamora, tornándose de aspecto tétrico durante las noches. Por aquel entonces, la luz eléctrica era un lujo capitalino, y desde luego,  un privilegio propio de la casona patronal de Liray, y de la nueva casa del dueño de Santa Marta. El patrón de este Fundo era un hombre piadoso de las leyes cristianas, eso explicaría que decidiera bautizar su nueva propiedad con el nombre de la patrona religiosa para su protección. La producción de las tierras de este bienintencionado patrón pronto ascendió,  por lo que se vio en la necesidad de contar con más trabajadores,  de modo que comenzaron a asentarse en Santa Marta nuevas familias procedentes de fundos  vecinos, entre ellos Liray.

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No es Colina, es…

Desde  hace tiempo estas fotos han sido difundidas en las redes sociales indicándose que fueron tomadas en Colina. Las dos primeras serían de 1894 y las dos ultimas de 1906. No hay duda que retratan con fidelidad escenarios costumbristas de aquella época, sin embargo, lo que me resultaba cuestionable era que la fotografía de la […]

El húsar de la muerte

Estrenada en 1925, esta cinta trata sobre las peripecias del patriota Manuel Rodríguez, quien tuvo su ultimo respiro en el sector Cancha de gato en Tiltil.

En 1998 fue declarada Monumento Histórico, es una joya de la filmografía del cine mudo nacional, que deja ver en sus tomas la realidad de un Chile agreste  y las miserias en las que vivía el bajo pueblo.

VER: El Húsar de la Muerte

 

pedro-siena

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